Las pérgolas bioclimáticas van más allá de la mera protección contra el sol y la refrigeración natural que proporcionan con su cobijo.
Los modernos sistemas de iluminación LED crean un paisaje atmosférico incluso por la noche.
El techo de la pérgola está formado por lamas de aluminio regulables en inclinación.
Esto permite ajustar la cantidad de luz solar según las necesidades.
La orientación se controla mediante un mando a distancia que permite ajustar el microclima de la habitación que protegen.
Cuando están cerradas, las lamas sellan herméticamente la estructura para permitir una protección total contra la lluvia.
Además, el agua de lluvia se recoge mediante bajantes de desagüe integradas en la estructura de la pérgola.
Todo el aparato tecnológico está contenido en la estructura portante de aluminio pintado.
La pérgola puede disponerse en el jardín de forma aislada, como si fuera un cenador, o adosada a la casa.
Además, la producción industrial actual ofrece una amplia modularidad en las configuraciones posibles.
Escénicas, de gran impacto y, sobre todo, con cortinas o paneles correderos opcionales, las pérgolas bioclimáticas pueden convertirse en un complemento habitable de la casa, incluso en los meses más fríos, gracias a sistemas de calefacción específicos.
Para el movimiento eléctrico se dispone de una unidad de control capaz de controlar hasta 4 actuadores, individual y simultáneamente.
El control puede realizarse mediante mando a distancia y/o pulsador.
La unidad de control es capaz de controlar los sensores: viento y lluvia.